Interesante reflexión muy a tener en cuenta sobre todo en esta sociedad en la que vivimos, en la que se tiende a enmascarar todo lo feo, todo lo duro,
en la que lo desagradable y doloroso se intenta tapar siempre.
No le quitemos importancia al dolor intenso de otro simplemente para que a nosotros no nos incomode.
No hagamos como si no sucediera nada y sobre todo no intentemos que ría alguien que necesita llorar así como posiblemente no intentamos que llore alguien que tiene ganas de reír.
La tristeza, el llanto, el dolor, la pena, la melancolía, la ira...... son si las vivimos en el momento en el que nos toca vivirlas,
tan necesarias y tan de este mundo como la alegría, la dulzura, la compasión u otras tantas......
A veces cuando no se sabe qué decir porque no has pasado por algo parecido nunca, simplemente consiste en no decir nada,
mirar a los ojos, dar un abrazo e intentar que el otro sienta que al menos intentas ponerte en su lugar aunque sólo sea por un momento.
MUCHA MÁS EMPATÍA NECESITAMOS COMO SERES HUMANOS Y MUCHA MENOS NECESIDAD DE TAPAR LO MENOS AGRADABLE DE LA VIDA.
Todo nos hace crecer, todo tiene su razón de ser.
Recordemos que a todos en mayor o menor medida nos suceden situaciones dolorosas o muy dolorosas y que nos aliviará encontrar a alguien que simplemente no intente modificar ni acelerar nada, ni intente aconsejarnos a través de frases hechas basadas en la teoría y en el me incomoda verte así vamos a cambiar de tema.
Nos dulcificará un poco el alma encontrarnos con alguien que simplemente nos mire, nos abrace y haga por un momento nuestro dolor el suyo.
Por eso tarea pendiente para todos TRABAJAR CADA DÍA MÁS NUESTRA EMPATÍA.